Ayer, cerca de las dos mas o menos de la tarde, me escribe un alumnito de catecismo, de la etapa de Confirmación, y me dice.. "Profe, profe, quiero confesarme.. pero nose como hacerlo, a que hora es la confesión en la parroquia?" Me quedé tan feliz por su preocupación por confesarce, porque a inicio de año cunado hablaba de confesión con ellos la mayoría me dijo que hace años no lo hacía, y justamente uno de ellos era este alumno. Que no se confesaba hace casi 7 años, la última vez lo hizo para hacer su primera comunión.
Entonces ahí se explica mi conmoción y alegría por el mensaje de el.
Entonces le oriente que vaya para las 6 de la tarde en la parroquia y cerca de las 7 recibo otro mensaje, era el, diciéndome: " Profe, cuando me iba tocar a mí el sacerdote se levantó y se fue.. porque eso? ahora va empezar la misa" y ahí le dije - quedate hasta el final de la misa, y pedile al Padre que te confiese que el sin problemas lo hará.
Y así fue.. "me confesé como media hora y me siento libre por ahí ahora, mas livianito"-me dijo; que alegría inmensa se siente con el deber cumplido.
Y cuántos catequizandos habrán con la misma situación, que no se confiesan porque no se les enseña a hacerlo, su conciencia de pecado esta dormida. Nuestra tarea como catequistas es orientarles y mostrarles lo que deben hacer.
Este testimonio cuento justamente por eso, para servir de ejemplo a todos, que con mucha inistensia y amor, todo lo que enseñamos en esa una horita de clases en el catecismo si lo aprovechamos al máximo, muchas almas ayudaremos a fortalecer.. Porque cuando ya no vayan al catecismo, sólo un 20 % de todos los alumnos vuelven a pisar las parroquias, entonces esta es la hora de inculcarles como por ejemplo el hábito de confesarce, y por consiguiente participar a misa y comulgar.
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